martes, 21 de abril de 2009

La sangre es la vida

El cine ha encumbrado grandes mitos y leyendas. Una de las grandes temáticas de las que se ha nutrido el séptimo arte es, sin duda, el vampirismo.
Hace más de un siglo hubo un escritor irlandés llamado Abraham Stoker creó su obra maestra: El conde Drácula. Éste libro narra la historia ficticia basada en el príncipe rumano Vlad Tepes.
Para esta novela se sirvió de los conocimientos de un erudito orientalista húngaro llamado Vámbery con el cual se reuniría varias veces para que le contara las peripecias del Príncipe de Valaquia y de libros como el de Emily Gerard, "Informe sobre los principados de Valaquia".
Stoker concibió la obra cuando, a raíz de una indigestión de cangrejo, tuvo alucinaciones de una especie de rey de los vampiros que salía de su tumba en busca de sangre.
Se sabe actualmente que Bram Stoker se basó en la condesa Erzsebet Bathory (1560-1614), gran bebedora de sangre, y en ésta misma realizaba sus baños creyendo que le devolvería la juventud. Vivía en Transilvania, publicaba avisos en los que solicitaba doncellas para integrar su corte, a las que luego asesinaba para quitarles la sangre y bañarse en ella. Cuando fue descubierta, en las mazmorras de su castillo se descubrieron decenas de cuerpos de mujeres a los que le faltaba la totalidad de la sangre.

martes, 14 de abril de 2009

Bienvenidos al séptimo arte

El cine es un misterio. Es un misterio para el propio director. El resultado, el film acabado, debe ser siempre un misterio para el director, de otra forma no sería interesante.
La historia del cine comienza el 28 de diciembre de 1888, fecha en la que los hermanos Lumière proyectaron públicamente la salida de obreros de una fábrica francesa en Lyon, la demolición de un muro, la llegada de un tren, y un barco saliendo del puerto.