jueves, 20 de mayo de 2010

Heat; obra cumbre


Autoplagio?
Con el film que trataré a continuación, nuestro homenajeado Michael Mann llegó a su cima. Una excelente muestra de thriller moderno: Heat (1995).
Allá por 1989, Mann realizó un telefilme llamado L.A. Takedown (llamado aquí Corrupción en Los Ángeles) que trata el argumento siguiente. El detective del departamento de Robos y Homicidios de Los Angeles Vincent Hanna está tras el rastro de una banda de criminales extremadamente despiadada. Pero cuanto más avanza en la investigación, más se da cuenta de las cosas que tiene en común con su líder. Mann pretendía iniciar una serie sobre esta tv-movie. La poca repercusión y las malas audiencias la enterraron. Pero seis años más tarde, el cineasta recuperó su proyecto añorado. Con un guión firmado en solitario por él mismo, un plantel de estrellas de la interpretación y con mejores medios económicos y técnicos; el director alcanzaría a realizar este gran proyecto que tenía atragantado desde hacía tiempo.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Irregularidad

Si no lo tenemos en Miami, es que no existe

Allá por 1984, Michael Mann produciría, crearía y desarrollaría una serie sobre unos policías ubicados en Florida. Hablo de Miami Vice City, en España "Corrupción en Miami". La historia se centra en dos detectives, uno negro (Tubbs) y otro blanco (Crockett), que luchan contra el crimen en la multiracial y corrupta capital del estado de Florida. El argumento es típico de las series policíacas de los 80 pero mantiene el estilo peculiar de su creador.
No obstante, su estética nos muestra una década marca por el exceso. Los ochenta en estado puro sin olvidar ni uno sólo de sus detalles. En este sentido, quizá el más interesante de todos ellos sea la introducción de la cocaína, la reina de las drogas del siglo XX, en el sur de Estados Unidos a manos de los grandes cárteles sudamericanos del momento. La serie evidencia el lujo, el desenfreno, el poder de vivir la vida al límite cada noche de fiesta en los mejores lugares de la ciudad. Eso me recuerda inevitablemente al contenido de esa obra maestra titulada Scarface ("El precio del poder").