Si no lo tenemos en Miami, es que no existe
Allá por 1984, Michael Mann produciría, crearía y desarrollaría una serie sobre unos policías ubicados en Florida. Hablo de Miami Vice City, en España "Corrupción en Miami". La historia se centra en dos detectives, uno negro (Tubbs) y otro blanco (Crockett), que luchan contra el crimen en la multiracial y corrupta capital del estado de Florida. El argumento es típico de las series policíacas de los 80 pero mantiene el estilo peculiar de su creador.
No obstante, su estética nos muestra una década marca por el exceso. Los ochenta en estado puro sin olvidar ni uno sólo de sus detalles. En este sentido, quizá el más interesante de todos ellos sea la introducción de la cocaína, la reina de las drogas del siglo XX, en el sur de Estados Unidos a manos de los grandes cárteles sudamericanos del momento. La serie evidencia el lujo, el desenfreno, el poder de vivir la vida al límite cada noche de fiesta en los mejores lugares de la ciudad. Eso me recuerda inevitablemente al contenido de esa obra maestra titulada Scarface ("El precio del poder").
La serie ha tenido una influencia de tal magnitud y perdurabilidad en la televisión, el cine y la moda, que ha pasado a convertirse en todo un fenómeno de la cultura pop de los 80. Estos elementos y ambientación sin precedentes fueron fuente de inspiración para posteriores series policiales de televisión. La serie también puso de moda el "look sin afeitado" (o barba de dos días), las gafas de sol Rayban y los zapatos sin calcetines. Tal fue el éxito y el poder de seducción de la serie, que las celebridades no lo pensaban dos veces cuando eran invitadas a participar como extras o como colaboradores en la banda sonora del músico Jan Hammer. Estrellas como Phil Collins, Bryan Adams, Tina Turner, Peter Gabriel, Depeche Mode, Foreigner, Laura Branigan y Billy Idol tuvieron sus apariciones, y algunos de ellos tuvieron incluso roles en ciertos episodios.
Hoy en día la serie queda obsoleta, pero en su momento fue todo un "boom" obteniendo 15 nominaciones a los Premios Emmy de televisión.
Serie B
Durante el desarrollo de Miami Vice City, Mann penetró en un género del cual salió .Este film muestra una premisa que casi siempre se cumple en el cine contemporáneo. No hay buenas películas que mezclen terror y belicismo. Tenemos ejemplos sobrados The bunker, R-point, Deathwatch, etc. Sigue la misma pauta que muchas de las comentadas: comienzo interesante, desarrollo espantoso y final que defrauda.
Simplemente, un film de serie B rodado con poco presupuesto dedicado para el mercado VHS, pero que acabó en la gran pantalla.
En The Keep (aquí llamada Fortaleza maldita o El torreón) se nos presenta unos nazis que se refugian en un castillo en el interior de Rumanía. en contra de las advertencias de los lugareños. Vemos en el reparto a Scott Glenn, Gabriel Byrne o Ian McKellen, la imprescindible música de los Tangerine y parece prometer. Pero nos olvidamos de algo fundamental: en aquellos tiempos Scott Glenn y Gabriel Byrne eran secundarios muy secundarios; Ian McKellen un reputadisimo actor de teatro que había hecho escasisimas incursiones en el cine; los Tangerine, que hoy son clásicos respetadisimos, eran por aquel entonces un grupo absolutamente minoritario (como la mayor parte de los electrónicos alemanes del momento) que componía e interpretaba con lo que había: el fairlight, el roland y el casiotone.
Mann, por aquel entonces, era un tipo al que no conocía absolutamente nadie, que venía de rodar casi nada. Un guión malo, un presupuesto de chiste y un proyecto totalmente impersonal marcan el film. La única mancha en el expediente del director. Film totalmente olvidable (casi de corte tv-movie) aunque para ser carne de cañón de serie B se deja ver en una tarde aburrida. Film más encuadrado en la filmografía de Ed Wood que no en la del director de Chigago. Puntuación: 2/10.
Lecter
El primero en llevar las fechorías y andanzas del doctor caníbal al celuloide fue Mann. Manhunter (1986, "Hunter" en la península) es el film que marca un estilo definido de Mann. Es una adaptación bastante fiel al libro de Thomas Harris: Dragón rojo. Este film dista mucho del hecho en 2002 por Brett Ratner. Esta película que tratamos es más literaria, el guión hecho por Mann mantiene una estructura lineal que en ciertos momentos se hace pesada. El argumento se centra en el agente del FBI que consiguió capturar a Lecter, y en como este le ha de ayudar a capturar a un nuevo psicópata que idolatra al doctor y sus métodos.
El tratamiento del personaje principal, el agente federal Graham (Grissom en CSI, William Petersen) está bien trazado y nos ofrece un interesante perfil psicológico de este. Las carencias empiezan alrededor de él. El Dr. Lecter que vemos aquí carece de fuerza y realismo. Brian Cox, un actor muy interesante, está poco convincente.
Los personajes secundarios están más que correctos: Dennis Farina, Joan Allen, Tom Noonan.
La música electrónica que tantos buenos resultados dió a Mann aquí restará ritmo al film y no encontrará su sitio.
Mención a parte merece la fotografía de Dante Spinotti que es sublime y marca los contrastes entre el día y la noche de manera pluscuamperfecta.
El film destaca por su irregularidad. Tenemos pasajes puramente contemplativos que no aportan nada al desarrollo del film pero también tenemos otros que nos aportan para saber de la psicología del protagonista y su método para dar caza a esos "monstruos".
El final del film es de lo mejorcito; bien rodado, manteniendo la tensión del espectador y desarrollando el desenlace perfectamente.
El film como se preveía fue un fracaso comercial, también cabe decir que en el film no sale casi ni una gota de sangre. Bien por Mann por mantenerse fiel a un estilo pero el público quiere lo que quiere.
No es de extrañar que el productor de este film Dino de Laurentiis encargara otro remake del film 16 años después con el cual cumplir las exigencias de las masas y llenar las arcas.
Film con altibajos pero merece un visionado, por ser Mann y porqué fue el film que dió a conocer a Lecter. Puntuación: 5/10.
Anteriores post sobre el ciclo Mann:
- http://film-adicto.blogspot.com/2010/01/inicios.html
Allá por 1984, Michael Mann produciría, crearía y desarrollaría una serie sobre unos policías ubicados en Florida. Hablo de Miami Vice City, en España "Corrupción en Miami". La historia se centra en dos detectives, uno negro (Tubbs) y otro blanco (Crockett), que luchan contra el crimen en la multiracial y corrupta capital del estado de Florida. El argumento es típico de las series policíacas de los 80 pero mantiene el estilo peculiar de su creador.
No obstante, su estética nos muestra una década marca por el exceso. Los ochenta en estado puro sin olvidar ni uno sólo de sus detalles. En este sentido, quizá el más interesante de todos ellos sea la introducción de la cocaína, la reina de las drogas del siglo XX, en el sur de Estados Unidos a manos de los grandes cárteles sudamericanos del momento. La serie evidencia el lujo, el desenfreno, el poder de vivir la vida al límite cada noche de fiesta en los mejores lugares de la ciudad. Eso me recuerda inevitablemente al contenido de esa obra maestra titulada Scarface ("El precio del poder").
La serie ha tenido una influencia de tal magnitud y perdurabilidad en la televisión, el cine y la moda, que ha pasado a convertirse en todo un fenómeno de la cultura pop de los 80. Estos elementos y ambientación sin precedentes fueron fuente de inspiración para posteriores series policiales de televisión. La serie también puso de moda el "look sin afeitado" (o barba de dos días), las gafas de sol Rayban y los zapatos sin calcetines. Tal fue el éxito y el poder de seducción de la serie, que las celebridades no lo pensaban dos veces cuando eran invitadas a participar como extras o como colaboradores en la banda sonora del músico Jan Hammer. Estrellas como Phil Collins, Bryan Adams, Tina Turner, Peter Gabriel, Depeche Mode, Foreigner, Laura Branigan y Billy Idol tuvieron sus apariciones, y algunos de ellos tuvieron incluso roles en ciertos episodios.
Hoy en día la serie queda obsoleta, pero en su momento fue todo un "boom" obteniendo 15 nominaciones a los Premios Emmy de televisión.
Serie B
Simplemente, un film de serie B rodado con poco presupuesto dedicado para el mercado VHS, pero que acabó en la gran pantalla.
En The Keep (aquí llamada Fortaleza maldita o El torreón) se nos presenta unos nazis que se refugian en un castillo en el interior de Rumanía. en contra de las advertencias de los lugareños. Vemos en el reparto a Scott Glenn, Gabriel Byrne o Ian McKellen, la imprescindible música de los Tangerine y parece prometer. Pero nos olvidamos de algo fundamental: en aquellos tiempos Scott Glenn y Gabriel Byrne eran secundarios muy secundarios; Ian McKellen un reputadisimo actor de teatro que había hecho escasisimas incursiones en el cine; los Tangerine, que hoy son clásicos respetadisimos, eran por aquel entonces un grupo absolutamente minoritario (como la mayor parte de los electrónicos alemanes del momento) que componía e interpretaba con lo que había: el fairlight, el roland y el casiotone.
Mann, por aquel entonces, era un tipo al que no conocía absolutamente nadie, que venía de rodar casi nada. Un guión malo, un presupuesto de chiste y un proyecto totalmente impersonal marcan el film. La única mancha en el expediente del director. Film totalmente olvidable (casi de corte tv-movie) aunque para ser carne de cañón de serie B se deja ver en una tarde aburrida. Film más encuadrado en la filmografía de Ed Wood que no en la del director de Chigago. Puntuación: 2/10.
Lecter
El primero en llevar las fechorías y andanzas del doctor caníbal al celuloide fue Mann. Manhunter (1986, "Hunter" en la península) es el film que marca un estilo definido de Mann. Es una adaptación bastante fiel al libro de Thomas Harris: Dragón rojo. Este film dista mucho del hecho en 2002 por Brett Ratner. Esta película que tratamos es más literaria, el guión hecho por Mann mantiene una estructura lineal que en ciertos momentos se hace pesada. El argumento se centra en el agente del FBI que consiguió capturar a Lecter, y en como este le ha de ayudar a capturar a un nuevo psicópata que idolatra al doctor y sus métodos.
El tratamiento del personaje principal, el agente federal Graham (Grissom en CSI, William Petersen) está bien trazado y nos ofrece un interesante perfil psicológico de este. Las carencias empiezan alrededor de él. El Dr. Lecter que vemos aquí carece de fuerza y realismo. Brian Cox, un actor muy interesante, está poco convincente.
Los personajes secundarios están más que correctos: Dennis Farina, Joan Allen, Tom Noonan.
La música electrónica que tantos buenos resultados dió a Mann aquí restará ritmo al film y no encontrará su sitio.
Mención a parte merece la fotografía de Dante Spinotti que es sublime y marca los contrastes entre el día y la noche de manera pluscuamperfecta.
El film destaca por su irregularidad. Tenemos pasajes puramente contemplativos que no aportan nada al desarrollo del film pero también tenemos otros que nos aportan para saber de la psicología del protagonista y su método para dar caza a esos "monstruos".
El final del film es de lo mejorcito; bien rodado, manteniendo la tensión del espectador y desarrollando el desenlace perfectamente.
El film como se preveía fue un fracaso comercial, también cabe decir que en el film no sale casi ni una gota de sangre. Bien por Mann por mantenerse fiel a un estilo pero el público quiere lo que quiere.
No es de extrañar que el productor de este film Dino de Laurentiis encargara otro remake del film 16 años después con el cual cumplir las exigencias de las masas y llenar las arcas.
Film con altibajos pero merece un visionado, por ser Mann y porqué fue el film que dió a conocer a Lecter. Puntuación: 5/10.
Anteriores post sobre el ciclo Mann:
- http://film-adicto.blogspot.com/2010/01/inicios.html
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