sábado, 29 de enero de 2011

Balada triste de trompeta; bizarro espectáculo

" Dónde está la madre? " (Javier)

Alex de la Iglesia llevaba ya unos añitos empeñándose en un proyecto muy personal alrededor de la Guerra Civil y sus consecuencias en el devenir del pueblo español. El director bilbaíno inició su andadura en el cine español con Acción mutante (1993), obra prima de carácter bizarro y con un humor zafio y muy personal. El mismo de la Iglesia escribió el guión y demostro tener un gran poder para narrar imágenes en la cámara. Eso si todos sus posteriores films, escribió los guiones siempre con la fiel colaboración de Jorge Guerricaechevarría. En Balada triste de trompeta lo firma en solitario; el director demuestra que le falta capacidad para atar un guión sólido y sin espacios en blanco entre sus tomas. El cineasta recupera el tono perdido con sus últimos films como 800 balas, Crimen ferpecto o Los crímenes de Oxford.
Dicho esto el film nos presenta un tema delicado como fue el enfrentamiento entre gentes de un mismo pueblo y la posterior periodo final de la Dictadura franquista. No se me caen los anillos que es uno de las obras que mejor representan la España de esos tiempos.

viernes, 28 de enero de 2011

Predators; fotocopia con matices


Este film como bien indico en el encabezado propone una historia muy similar a la del film original que dió cabida en el celuloide a la raza alienígena que componen los "depredadores". El film relata unos hechos producidos en otro planeta. Es un coto de caza. Los protagonistas se enfrentan a más de un depredador. Este film sigue la historia de la película realizada por John McTiernan y con Schwarzenegger de protagonista. Incluimos tan bien la banda sonora del original. En la obra no se han rascado mucho la cabeza los guionistas y encontramos una serie de refritos del original.

lunes, 10 de enero de 2011

Ali; relatos de un mito

"Ningún vietcong me ha llamado sucio negro"

Recuperamos el ciclo de análisis de la figura de Michael Mann. Hoy nos centramos en un film que embarcaba al director de Chicago en la representación de una figura emblemática en el siglo XX: Muhammad Ali.
Mann en el punto más álgido de su carrera cogió un icono del siglo pasado y le dio voz delante de la gran pantalla. Una leyenda del deporte y por antonomasia del boxeo frente a una cámara.
A parte de la silla de director, como es costumbre en su filmografía Mann también producía el film y escribía el guión junto a S.J. Rivele, C. Wilkinson y E. Roth. Dos años después de la magnífica El dilema (The insider), el director se adentra en un proyecto muy ambicioso y del cual puede salir muy bien parado o con una mancha en su hasta ahora casi notable hoja curricular. Se queda a medio camino de ambos resultados.

Es un biopic en toda regla -género que relata hechos biográficos del personaje a mostrar- pero es de agradecer que Mann se centre en los aspectos cruciales que marcaron su vida. Así no tenemos una biografía que repase toda su vida desde nacimiento, infancia, madurez, vejez y muerte. El film se inicia en los comienzos de la carrera pugilística de Cassius Clay hasta el decisivo y mítico combate de 1974 contra George Foreman.

domingo, 9 de enero de 2011

Camino a la Perdición; riña de criminales

Hoy hace 12 años del estreno cinematográfico de esa pequeña joya del séptimo arte que es Camino a la Perdición, titulada originalmente Road to Perdition. El título original juega con la sutileza de llamar Perdition al pueblo donde se dirigen los Sullivan y es nexo de su desenlace fatal, pero como siempre las distribuidoras de aquí poco dadas a sutilezas.

La productora de Spielberg, Dreamworks, junto con la 20th Century Fox se empezó a interesar en dar luz verde a la adaptación de un cómic (o como algunos llaman novela gráfica) de Max Allan Collins y Richard Piers Rayner. Este cómic trata sobre una historia de violencia en los tiempos de la ley seca y se centraba en los emplazamientos de Chicago y sus cercanías y en el seno de una familia mafiosa de procedencia irlandesa y su entorno.
La silla de director fue reservada para Sam Mendes, el cual venia de ganar escasos tres años antes el Oscar con el genial retrato de la familia tipo y del sueño americano en American beauty (1999). Mendes también ejercía de productor del film con lo cual tenía bastante presencia en el acabado final del producto lo cual se demuestra en el desarrollo del largometraje. Con estas premisas el film por allá a inicios del 2002 generaba muchas expectativas.