viernes, 11 de febrero de 2011

Más allá de la vida; Reflexiones sobre la muerte


Clint Eastwood nos trae a las pantallas de nuestro país un film centrado en tres personajes que tienen relaciones cercanas a la muerte. He leido ciertos críticos tratarla en términos de edulcorada y sensiblera; nada más lejos de la realidad. Es un film sobrio que no abusa de los tópicos sobre el tema y que tiene algunas imágenes para el recuerdo. Hay que decir que no es una de las grandes obras de la filmografía de Eastwood, pero si que es un film interesante que propone un tema controvertido y muy poco tratado (con seriedad) en el séptimo arte.
La muerte siempre ha sido un tema tabú para nuestra sociedad. Es lo único que sabemos con certeza que nos llegará a todos por igual. La sociedad occidental toca sinfín de temáticas como sexualidad, economía, historia, cultura, etc. Cuando hablamos de muerte se percibe un rechazo generalizado, no es bienvenido. Porqué esa animadversión hacia el fin de la vida? Eastwood se hace esta pregunta y otras en esta película


Vidas cruzadas
El cineasta americano se adentra en un nuevo género. Desconocido para él en el cine pero tan cuotidiano como puede ser en su vida diaria, dada su avanzada edad. Cierto es que se había acercado en Million dollar baby (2004), pero trata más sobre como finalizar dignamente una vida que sobre como afrontar la muerte  propiamente dicha.
Más alla de la vida (Hereafter, 2010) narra la historia de tres personajes: Marie Lelay (Cecile de France), George Lonnegan (Matt Damon) y Marcus (Frankie/George McLaren). Los tres tienen similitudes con experiencias sobre muerte. El primero es una periodista francesa que sobrevive a un huracán en sus vacaciones en el sudeste asiático. El segundo es un ex-parapsicólogo que casi muere de niño y tiene visiones sobre gente difunta. El último es un niño que sufre la soledad y tristeza de ver a su hermano gemelo muerto por un accidente de tráfico. Es una historia coral centrada en estos tres personajes.
Vamos entrelazando las historias con un punto en común en ellas -como en films presentados en los últimos tiempos como Crash (id., 2004) o Nueve vidas (Nine lives, 2005)- pero en este caso la muerte y la soledad.
La temática está bien trazada pero le falta profundidad y toca ciertos temas un poco por la superfície. La historia del chico demuestra una gran capacidad narrativa además de llegar al alma del espectador con pocos fotogramas. Las otras dos historias se centran más por ende en el amor y la soledad que en la superación, asimilación y comprensión de la muerte. Los personajes de Damon y la belga De France no están mal interpretados pero carecen de la fuerza y de la atracción del personaje interpretado por los gemelos McLaren.

Melancolía poco fluida
Eastwood rueda un film con su estilo particular; pausado pero con momentos intensos. En este encontramos demasiada parsimonia. Estamos ante un melodrama conciso pero muy reposado. El guionista Peter Morgan, autor de los libretos de El desafío, Frost contra Nixon (Frost/Nixon, 2008), The queen (id., 2006) o El último rey de Escocia (The last king of Scotland, 2006) nos sirve un guión con aspecto de complejidad pero que es irregular.
El film se hace largo en determinadas fases y eso que empieza con un tour de force muy bien aconseguido. Los primeros diez minutos son de una tensión y de un oficio increíbles. El tsunami que en 2004 arrasó parte de el sudeste asiático es de lo mejor filmado en tiempo en el ámbito de las catástrofes.
Mas allá de la vida también aporta ciertas observaciones sociales y religiosas. Hace seña de cierto proselitismo pero tampoco se le puede acusar de ello a un director que no esconde su tradición catolicista. Para los que vean el film la secuencia de Marcus quitándose la gorra en clase o en el funeral de su hermano sabrán de lo que hablo. También encontramos la figura de Charles Dickens -excelente novelista costumbrista de la Inglaterra victoriana- que muestra esa falsa profundidad que pretenden mostrar en el personaje interpretado por Matt Damon.
En definitiva al guión le falta algo de miga pero Eastwood es valiente por tratar un tema delicado y del cual se sabe tan poco con certeza. Quejas: el final es una decepción, una fácil solución a la historia narrada y la pocas escenas que tiene en pantalla la excelente Bryce Dallas Howard.

Conclusión
Un Eastwood irregular es mucho mejor que la mayoría de cineastas actuales al 100% de sus capacidades.  Más allá de la vida examina nuestras creencias más arraigadas y es directa. No trasciende ni reflexiona con sufiente entereza. Mención especial al niño Marcus que interpretan los gemelos McLaren, de los más creíbles que he visto en la gran pantalla. Una película lejos de sus obras más logradas pero nada desdeñable.


Calificación: 6'5 sobre 10.





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