martes, 24 de agosto de 2010

Los Mercenarios; nostalgia ochentera


Sylvester Stallone nos trae el sueño de toda persona amante de los clásicos del cine de acción de los 80 y parte de los 90. "Los Mercenarios" (The expendables, 2010) es un film a la antigua usanza, rodado como las producciones de la edad de oro de la leña. Es decir cuando el cine comercial estaba poblado de esos héroes hipermusculados y con nervios de acero. Claros ejemplos son Schwarzenegger, Stallone, Willis, Seagal, Van Damme, entre otros.
Acción a raudales, guión lleno de tópicos del género y un film que no se toma a sí mismo en serio es la receta que hacen de este film una rareza en el cine actual.

Todos para uno y uno para todos
Sly nos regala un elenco de personajes "leñeros" a más no poder: Jet Li, Dolph Lundgren, Jason Statham, Mickey Rourke, Terry Crews y los ex luchadores de wrestling Steve Austin y Randy Couture. En el papel de malvados tenemos a Eric Roberts (el hermanísimo de Julia) y David Zayas (el inspector Batista en la serie Dexter; muy poco creíble en el papel de dictador). 
La trama es sencilla. Grupo de mercenarios es contratado para derrocar un dictador en una isla tropical y reinstaurar un régimen democrático. Stallone dirige el film y también escribió el guión junto con Dave Callaham.  Un film con claros homenajes al género con frases lapidarias del estilo de este género. Una trama que en muchos momentos pierde el sentido pero que nos regala un gran clímax final. El momento más esperado del film es esa reunión entre la Santísima Trinidad de la Acción: Sly, Chuache y John McLane, es decir, Stallone, Schwarzenegger y Bruce Willis. La escena sucede en una iglesia y es muy forzada pero la magia que destilan estos personajes y la socarronería con la cual está hecha no deja dudas a que uno esboze una leve sonrisa o carcajada. Sobretodo, Governator es el que está mas comedido,  realizando vacilación tras otra sobre el personaje interpretado por Stallone.

Los personajes más cuidados son los de Lundgren y Statham, pero el que sobretodo emociona en sus 10 minutos en pantalla es el gran Rourke. Un personaje que no se cansa de reinterpretarse a si mismo. Da la sensación que lo hace de maravilla pero es realmente excelso. 

Reinvención
Stallone si algo ha hecho en los últimos tiempos es saber reinventarse. Después de su larga decadencia iniciada alla por principios de 1993 con Demolition Man, Sly ha sabido encontrar la fórmula. Tirar de nostalgia de su legión de seguidores y gente ávida por ver films de acción. Desde que inició su resurgir en la industria allá por 2006 no ha parado. Rocky Balboa (id), John Rambo (id) y el film presente son un ejemplo de ello.
La clave es acción como la de antes; como la de los 80. Héroes que salen de las situaciones más inverosímiles sin ningún rasguño, explosiones y tiros por doquier, mujeres inocentes en apuros y todo ello recubierto por un super-malvado que no tiene corazón y que vendería a su madre por un plato de espaguettis -excelente Eric Roberts-.  Todo esto conforma la receta de The Expendables.

He leído en alguna revista  que lo peor de "Los mercenarios" es que no tiene ningún gran momento para el recuerdo. No estoy nada de acuerdo; lo peor del film es la escasa fortuna de Stallone para narrar las secuencias de acción, hay escenas en los cuales los tiroteos hay unos movimientos de cámara absurdos y rotundos que solo provocan el mareo y desubicación del respetable. Sly no debe (ni tiene) jugar a ser Michael Bay. Personalmente, creo que hay momentos memorables que diferencian a esta película del resto. Hay bastantes, me quedo con el monólogo de Rourke frente al espejo.
También es de agradecer que Sly humanice su personaje rodeándolo de su comando que en ciertas situaciones le salvan de más de un apuro. A parte de lo mencionado en ciertos pasajes de acción, si fuera posible sería tremendo que en la próxima entrega (tengo por seguro que se producirá)  pasen a formar parte del elenco de Expendables los Van Damme, Seagal o Chuck Norris. Aunque tiempo faltaría para repartir tiros y hostias. 

Conclusión
El bueno de Sylvester revive el cine ochentero de acción con un buen guiso de artistas del puño y de la bala rápida. Tampoco nos olvidemos de los cuchillos mortíferos. Stallone nos ofrece un film que no es de calidad pero es entretenido, nostálgico y lleno de adrenalina. No siempre que se va a una sala de cine es para hacernos reflexionar o pensar en el prójimo. El entretenimiento está servido, no olviden ver este film si son grandes consumidores del cine de acción y sobretodo si son fans de Stallone.
Calificación del film: 5/10






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