Retratos: Michael Caine

Hoy empezaremos desde film-adicto una sección que esperemos que os guste. El repaso a la carrera de ciertas figuras importantes del celuloide, no sólo centrándonos en intérpretes o directores, sino también en guionistas, productores, compositores, técnicos de efectos especiales, etc. Porqué el cine no solo es lo que vemos delante de la pantalla sino el conjunto de un trabajo de profesionales. Sin más dilación la figura de hoy: Michael Caine.

Nuestro protagonista es uno de los grandes de ese arte que es la interpretación. Nacido en 1933 en un barrio marginal de Londres y procedente de una familia muy pobre, su nombre real es Maurice Joseph Micklewhite. Adoptó su nombre artístico a raíz del film El motín del Caine (The Caine mutiny, 1954). Dejó la escuela a los 15 años y al poco tiempo se alistó en las fuerzas armadas británicas participando actívamente en la Guerra de Corea. A su vuelta a territorio británico se introdujo en el mundo del espectáculo con algún que otro trabajo de técnico en los teatros londinenses y centenares de papeles residuales en producciones televisivas.
Su personalidad fuerte, su fama de fiestero y su marcado acento cockney -dialecto que se hablaba en los suburbios de Londres- le hacían difícil un hueco en la tradicional industria del celuloide del Reino Unido.
Gran amigo de Roger Moore, Sean Connery o Elton John ha tenido una vida amorosa poco ajetreada para el ritmo de las estrellas de cine, solo dos esposas: con la última casado actualmente desde 1973.

Así este actor de raza con mirada profunda y rostro pétreo salió adelante con sus primeros papeles importantes a mediados de la década de los 60.
Zulú (íd, 1964) fue su primer gran éxito. En este film que narraba la épica batalla entre los británicos y los zulúes africanos en épocas del colonialismo interpretaba a un aristócrata militar pese a que procedía de humilde cuna y su ya comentado famoso acento. Pero el trabajo que le daría verdadera fama mundial y le lanzaría al estrellato sería Alfie (íd, 1966). Film que narra las peripecias de un seductor de mujeres, es decir, un galán británico que no tiene anécdota más allá que dio a conocer para todos los públicos a tan magnífico actor. Es un film muy decepcionante solo para lucimiento del protagonista pero aún así resulta entretenido, sobretodo porqué Caine se interpretó a si mismo (en sus propias palabras).

A partir de aquí el actor británico intepretó variedad de papeles con la seguridad de ser un actor con gancho y que cualquier director que necesitase de un recurso seguro lo elegiría. Solo por decir unos cuantos, ha trabajado con directores de la talla de Mankiewicz, Woody Allen, Frankenheimer, Nolan, Oliver Stone, De Palma o John Huston.
Es un intérprete elegante, contenido y sin ningún tic de divismo. Su sólida presencia y el huir del histrionismo es su valor máximo e insustituible. Para el recuerdo tenemos obras maestras y grandes películas en las cuales ha participado como son Asesino implacable (Get carter, 1971), La huella (Sleuth, 1972), El hombre que pudo reinar (The man who would be king, 1975), Hijos de los hombres (Children of men, 2006) o el díptico del hombre-murciélago de Nolan.

Ha sido un actor comercial en muchas partes de su carrera pero sobretodo porqué nunca ha escogido papeles, sino que principalmente ha aceptado todos los que ha podido. Su nivel de pobreza fue tal que siempre piensa en ganar el máximo dinero posible. Eso le ha granjeado tener multitud de films de calidad bastante ínfima como La isla (The island, 1980), Lío en Río (Blame it on Río, 1984), Tiburón, la venganza (Jaws: The revenge, 1987), Atraco a falda armada (Bullseye!, 1990), En tierra peligrosa (On deadly ground, 1994) o Embrujada (Bewitched, 2005), entre otras. Digno de mención es que siempre ha hecho sus papeles con la misma profesionalidad y buen hacer que en sus mejores películas.

A partir de los 90's su edad le negó muchos papeles principales pero se ha granjeado una gran fama como secundario de lujo. El mayor reconocimiento académico le ha llegado por estos papeles con menos aparición pero notable presencia. Hanna y sus hermanas (Hanna & her sisters, 1986), Las normas de la casa de la sidra (The cider house rules, 1999) -esta dos le valieron sendan estatuillas al mejor secundario en los Oscar-, Quills (íd, 2000), El americano impasible (The quiet american, 2002), El truco final: El prestigio (The prestige, 2006) son unos magníficos ejemplos.

Este ejemplo del cine y de la actuación aún nos regalará muchas alegrías ya que pese su avanzada edad (78 años) aún sigue actuando y de que manera!! Por mi parte siempre le recordaré por sus papeles de Harry Palmer (la réplica oscura y no cool de James Bond) y como el mejor actor posible para un buen thriller de espías o de suspense. La muestra en: Un trabajo en Italia (The italian job, 1969), Sin pistas (Without a clue, 1988), El cuarto protocolo (The fourth protocol, 1987) o Blood and wine (íd, 1996).

Michael Caine, genio y figura del cine.