martes, 6 de octubre de 2009

Cine de Acción I: Bullit


Queridos bloggers, primero pedir perdón por el retraso, he tenido serios reveses con el ordenador. Por suerte ya solucionados. Vayamos pues con la sección prometida.
Este género del cine llamado acción empezó a fraguarse allá hacia finales de la década de 1960.
A medida que los efectos especiales iban progresando, Hollywood tendía más hacia un cine para todos los espectadores; puro entretenimiento. Estas películas de acción son las herederas de las clásicos de aventuras del estilo de Los 3 mosqueteros, Robin Hood, Tarzán, entre tantas otras.

En este contexto aparecen los primeros filmes que denotan las características clásicas del cine de acción: persecuciones en coche, tiroteos en medio de una urbe, policías corruptos, terroristas despiadados, bombazos por doquier, etc.
Una pionera de la acción que conocemos en la actualidad es Bullit (1968).

Este filme interpretado por el magnífico Steve McQueen gira entorno a un detective de la policía de San Francisco. Tras violenta muerte de un soplón dispuesto a intervenir como testigo protegido en una subcomisión del Senado que investiga la mafia, el entregado detective de la policía de San Francisco hará todo lo posible para desentrañar las oscuras implicaciones políticas del caso que le ha sido asignado, sobre todo cuando descubre que la víctima está realmente viva. El teniente Bullitt, encargado de la seguridad del testigo, deberá demostrar su integridad y profesionalidad mientras pone en juego su propia vida y la de su chica.
Este filme cuenta también con las actuaciones de la guapísima Jacqueline Bisset y el excelente papel de antagonista de Robert Vaughn, sin olvidar una de las primeras apariciones del mítico Robert Duvall.
El director, el británico Peter Yates, rodó sin lugar a dudas la mejor película de su filmografía (todo sea dicho no es muy memorable). El montaje del filme y las escenas de acción son memorables. Sólo un apunte de ello, Bullit ganó el Oscar a mejor montaje (Frank P. Keller) y obtuvo una nominación al mejor sonido.

El emplazamiento del filme: San Francisco. No podía haber sido otro mejor, los desniveles de la ciudad de la bahía eran un marco perfecto para las persecuciones de coche. Puedo afirmar que las escenas de acción son las mejores filmadas hasta esa fecha; la cámara de mano del director en las persecuciones es de un realismo brutal.
Bullit no sólo destaca por su emoción e intensidad sino que también encontramos toques del mejor cine negro con un argumento bien construido. El final del filme ha sido homenajeado por diferentes directores, entre ellos el rey del thriller-acción Michael Mann.
El personaje construido por McQueen es inolvidable: mirada arrogante, jersey de cuello alto, rostro tenso. El teniente Frank Bullit es y será recordado en la memoria de todo amante del séptimo arte que se precie. McQueen, gran amante de los coches de carreras y amante de la velocidad, rodó sin especialistas todas las escenas de persecuciones en automóvil. Después de ver este filme, quién no ha querido comprarse un Mustang del 68?
Estamos sin ninguna duda ante uno de los mejores filmes de acción de siempre que no dejará indiferente a nadie. Su violencia es explícita pero no excesiva, sus diálogos cortos pero contundentes y los silencios dilatados aumentan la tensión de Bullit.
A cualquier amante de la acción (de verdad) es de visión obligada esta magnífica película.
Calificación: 8/10

Aún huele a neumático quemado...

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