miércoles, 6 de abril de 2011

Rubber; el neumático asesino

 "Señoras y señores el film que van a ver hoy es un homenaje a la sinrazón" (Teniente Chad)
Cuando uno pensaba que ya había visto de todo en el cine aparece un film sorprende al espectador gratamente. Si por la gran pantalla han pasado condones, galletas o muñecos de instintos asesinos; ahora le toca el turno a un neumático.  Rubber (id, 2010) es el nombre que lleva por título esta producción francesa rodada íntegramente en inglés. Se desconoce la fecha de estreno en nuestro país, pero en el pasado Festival de Cine Fantàstic de Sitges no dejó indiferente a nadie.


Nacer y destruir
La historia se centra en Robert, un neumático inanimado que cobra vida y empieza a descubrir su capacidad destructiva a partir de sus poderes telepáticos. Pronto pone su punto de mira en un pueblo y en una misteriosa chica que le produce una gran obsesión.
El film juega continuamente con las tramas y con el espectador. En ciertos momentos esta obra pierde un poco el fuelle. Sobretodo a medida que avanza, el film se va quedando sin ideas. Pero es cierto que es una propuesta original que da un soplo de aire fresco con respecto a las propuestas actuales.

Rubber ofrece más de lo que parece. En muchos parajes encontramos simbolismos o parábolas del propio ser humano. Nada de lo que ocurre en el film tiene sentido, pero lo que cuenta sí lo tiene. La narrativa carece de veracidad, lo que también facilita lo desternillante de algunas escenas mientras el neumático realiza sus fechorías impunemente, llámenle también: explotar cosas, animales o seres humanos.
El film presenta una bella factura: fotografía de los páramos desérticos, banda sonora que te mete de buen inicio y un montaje que no abusa de su duración. El hecho de que en parte del film el espectador esté dentro de la propia película ayuda a conseguir un grado de cachondeo máximo y a reírse de los convencionalismos.

Conclusión
Si quieren ver algo diferente que no deja mal sabor de boca y que contiene más de lo que nos deja entrever (a los créditos finales me remito) no se pierdan esta pelicula francesa -ya podrían salir más productos así del cine europeo- dirigida por Quentin Dupieux, formado en el mundo publicitario. Sólo consumirán 75 minutos de su vida porqué el guión -¿que guión?- no da para mucho más. Experiencia fílmica totalmente diferente. Bizarra, gore y cómica al unísono.

Puntuación: 5,5 sobre 10.

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