viernes, 8 de abril de 2011

Tiburón; Spielberg se da a conocer

 "Con razón yo odiaba el mar " (Jefe Brody)
Hace casi 36 años un director nacido en Cincinnati de origen judío rodaba su primer largometraje para la gran pantalla, exceptuando un olvidable film relacionado con fugas carcelarias que se estrenaría un año antes llamado "Loca evasión" (The Sugarland express, 1974). Pocos se esperarían que allí empezara la prolífica y abundante carrera cinematográfica de uno de los directores más relevantes y mediáticos del último cuarto de siglo y principios de este. 

Steven Spielberg se da a conocer a la luz pública a partir de este film que trata sobre un depredador del mar: el tiburón. El cineasta venía de foguearse en obras para la televisión y en algunos cortos de su época de estudiante de cine. En esa época cabe destacar su interesante El diablo sobre ruedas (Duel, 1971) la cual demostró su excelente visión del tempo de un film y la excelsa manera de rodar la acción. Con sólo 29 años demostrará una madurez propia de los colosos del cine que quedará patente en Tiburón (Jaws, 1975) comercialmente mal traducida en lugar del más adecuado "Mandíbulas" en opinión de un servidor.

Epopeya marina
Spielberg tuvo un rodaje complicado como acostumbran a ser todos los relacionados con la mar. Muchos medios técnicos para poder disponer y un director casi novel para una producción que adquirió de un presupuesto bastante elevado para la época. Muchos de los recursos los consumía la figura del tiburón, el cual tuvo que rehacerse varias de veces para dar sensación de realismo en sus tomas. No hay discusión que fue un gran avance en efectos especiales del momento pero hoy en día se mantiene pero con un aspecto un poco caduco.
El argumento para los desconocedores de este clásico es el siguiente: En la costa de un pequeño pueblo de la costa este de Estados Unidos, un enorme tiburón ataca a varias personas. Temiendo las horribles consecuencias que esto puede conllevar al negocio turístico, el alcalde se niega a cerrar las playas y difundir la noticia.  Pero el tiburón vuelve al ataque en la misma playa. El terror se ha hecho público, así que un veterano cazador de tiburones (Robert Shaw), un científico marino (Richard Dreyfuss) y el jefe de policía local (Roy Scheider) se hacen a la mar para aniquilarlo.
El film consta de dos bloques diferenciados. La primera parte consiste en la presentación del terror y muertes que provoca el tiburón y la introducción al pueblo y de los personajes. La otra parte consiste en la partida del trío protagonista para dar caza en alta mar al gran tiburón blanco.

Así como otras obras cinematográficas han utilizado el mar como cuadro épico contra una fuerza descomunal -por ejemplo Moby Dick o diferentes películas de Simbad el marino-, Tiburón nos ofrece una lucha encarnizada por el dominio del vasto océano y esa fuerza sobrehumana que en este caso queda representada por el fiero tiburón. La mar ese desconocido, en ocasiones, nos sirve de lienzo para pintar un horror que son los monstruos. Este tiburón traduce sus apariciones en pánico, temor y terror al unísono.

Depredador marino
Spielberg encumbra al tiburón como un clásico en los películas de monstruo, al igual que el pulpo gigante o una ballena por citar monstruos conocidos por todos. Unos simples compases de música denotan un temor inaudito en el respetable que te trasmite una sensación de agobio, de terror por lo venidero y de peligro inminente. La banda sonora en este film es capital y aquí hemos de agradecerle la primera colaboración -de muchas- del compositor John Williams (verdadero maestro de la composición) con el cineasta norteamericano. 

Los personajes están bien dibujados en una historia que encaja perfectamente. Tarda un poco en empezar en la primera parte pero el engranaje y su desarrollo en la parte final es excelente. El personaje de Roy Scheider es el que veo más desarrollado a pesar de ser un actor muy limitado. La relación entre el dúo Shaw-Dreyfuss de rechazo y reprocidad a la vez entre el hombre culto de ciudad y el veterano hombre de pueblo da un soplo fresco a la pasividad de Scheider. Otra cara principal hubisese ganado muchos enteros en esta producción.


Steven Spielberg, con un talento y una osadía insultantes, demostró que sabía manejar a su antojo las emociones de un público aterrorizado, sin siquiera presentir qué sucedería en la siguiente escena. "Tiburón" es un film comercial casi perfecto, una historia creíble y astutamente dosificada que barrió en las taquillas de todo el mundo, convirtiéndose de inmediato en un clásico del cine de terror. A muchos nos impidió volver a nadar tranquilos mar adentro el resto de nuestras vidas. Hasta la aparición de la innovadora y fresca Star Wars fue el film más taquillero de la historia. Fue ganadora de 3 Oscar todos en el apartado técnico -y bien merecidos- y también nominada a mejor película, cosa harto difícil procediendo del cine de terror.
El futuro subgénero del tiburón "asesino" producirá muchos films pero de escasa calidad -carne de serie B en su mayoría- y nunca cercanos a la obra de Spielberg. He aquí una variopinta diversidad: Deep blue sea, Tiburones en Venecia, El último tiburón, Open Water, Muerte en las profundidades...

Escena preferida
Todas las tomas rodadas en el mar me parecen muy buenas pese a la dificultad de rodar en alta mar. Sobretodo me quedo con la comparativa de cicatrices entre el cazador de tiburones de Shaw y el oceanógrafo de Dreyfuss, una muestra de que en esto del cine Spielberg sabe un rato y tiene un gran pulso narrativo. Las dos secuelas de Tiburón empobrecieron una trilogía innecesaria, es cierto que la segunda tiene un pase -un sábado por la tarde- pero la tercera es verdaderamente infumable.

Calificación: 7'5 sobre 10


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