Dirty Harry o en su variante hispana Harry el Sucio marcó el cine de los 70 y la acción en general. Este policía con la placa 2211 es un HITO (con mayúsculas) del cine.
La sinopsis es la siguiente. Harry Callahan es un duro policía, que se ha criado en la calle, al que sus compañeros llaman Harry el sucio por sus particulares métodos de luchar contra el crimen, y porque siempre se encarga de los trabajos menos deseados. En San Francisco, un francotirador llamado Scorpio ha matado ya a dos personas. Este amenaza con matar una persona cada día hasta que le paguen cien mil dólares. Harry será asignado al caso.
La cámara abre en travelling de retroceso hasta mostrar a Scorpio en lo alto de un rascacielos con su fusil de mira telescópica apuntando a una chica dándose un baño en una piscina. Con esta magnífica secuencia empieza el primer film de la saga Callahan. El film transcurre en San Francisco, ciudad muy dada a rodajes de films de acción en la década de los 70, dónde Eastwood posteriormente le cogerá un cariño especial en sus films como director.
Este film es una señal de alarma ante el crecimiento de violencia urbana y la incapacidad para frenarla. Surge así la figura del justiciero que trabaja a priori dentro la norma. El inspector Callahan se muestra asqueado constantemente de la burocracia, la letra pequeña de las leyes y de la inutilidad de los gobernantes y del sistema de solucionar de una manera radical el problema de la violencia.
El papel de Harry que recaló en Clint Eastwood marcó unas características diferenciales del cine de acción y policiaco que no hubiera sido lo mismo si hubiera recaído el personaje en uno de los otroras serios aspirantes (Steve McQueen, Paul Newman, Robert Mitchum o Frank Sinatra).
El director, magnífico Don Siegel, de Harry el sucio hizo de él un policía lo bastante ambiguo como para que fuera tildado de neofascista, justiciero e individualista. Eastwood respondió a ello con lo siguiente: "La gente ha dicho que se trataba de un policia fascistoide, pero no saben de lo que están hablando. El tipo es solo un hombre que se pelea contra la burocracia y una cierta forma de establecer las cosas. Le dicen a Harry que las cosas funcionan así pero él no puede adherirse a ello. Esto no es fascismo es lo opuesto a ello." Si los posicionamientos políticos de Eastwood no son siempre claros desde la óptica europea de izquierdas, no es menos el de Siegel que siempre roza la ambigüedad.
Hoy con todo se contempla el primer film de Callahan desde una perspectiva menos virulenta.
Harry el sucio fue escrita por Dean Reisner y por los creadores del personaje de Callahan, Harry J. Fink y Rita M. Fink; aunque inicialmente hiciera un borrador el futuro director de culto Terrence Malick (Días de cielo, La delgada línia roja).
El film es un alegato contra las buddy-movies, es decir, las películas de acción con pareja masculina. Harry siempre protesta de la asignación de un compañero para sus casos. Él tiene una conciencia trágica. Callahan sabe que sus métodos justicieros sólo lo preservan a él de la muerte segura, pero su invulnerabilidad no contagia a sus más próximos.
Este inspector está contra la delincuencia y en contra de un sistema que es incapaz de erradicarla. Sus convicciones generan una fuente permanente de conflictos dramáticos, resoluciones violentas y frases taxativas con las que el personaje se ha nutrido satisfactoriamente. En una escena sublime del film, el alcalde cita a Harry a su despacho para tratar el tema de Scorpio. En un momento de la charla sale el tema del acto de violar a una mujer, el policía suelta la siguiente perla: "Cuando un hombre desnudo persigue a una mujer con un cuchillo en la mano, imagino que no está recaudando fondos para la Cruz Roja."
Callahan cuestiona el sistema pero lo acata democráticamente.
Sus capitanes, tenientes, jueces y fiscales se defienden contra él diciendo que cada vez que él actúa su trabajo se atrasa meses.
Frases como "las opiniones son como los culos, todos tienen uno" marcan el carácter de mito del personaje.
Respeto al reparto está perfecto, desde al alcalde (John Vermon) hasta el compañero hispano de Harry (Reni Santoni). Sobretodo cabe destacar la interpretación del actor Andrew Robinson que encarna al malvado Scorpio. Sus facciones angelicales y su aspecto no dan para nada con el clásico perfil del psicópata. Don Siegel quiso un actor que específicamente no cumpliese los cliches del género para el papel de Scorpio. El personaje de éste descoloca en momentos al espectador porqué uno tiene la sensación de que está ante alguién que disfruta más en poner en jaque a las fuerzas del orden (sobretodo nuestro protagonista) que en cobrar una fortuna. Más bien le importa poco la recompensa económica y dudo que piense en como gastarlo.
El trabajo del director de Chicago cabe decir, en opinión de un humilde servidor, es su mejor trabajo detrás de las cámaras y completa de manera perfecta su binomio con Eastwood.
Clint Eastwood ha tenido dos grandes maestros que le han enseñado ese gran arte que es dirigir: el mencionado Don Siegel y el creador del spaghetti-western Sergio Leone.
28 años después, Eastwood sigue adherido al personaje que le convirtió definitivamente en un icono del cine norteamericano, y por extensión mundial. Él sigue reivindicando el modelo de El sucio: "Harry Callahan aportaba soluciones fáciles a problemas horriblemente complicados. Si el personaje tuvo su importancia en la época fue porqué tocó algun nervio sensible. El profesional de la ley sigue estando frustrado por tener que cumplir una misión en un tiempo determinado y solo encuentra trabas por parte de la administración pública y sus funcionarios. No creen que la burocracia ha hecho más que empeorar?"
Nota 9/10. Quien no haya visto este film, a que espera?
P.D. Aquí les dejo una de las mejores escenas del film.
La sinopsis es la siguiente. Harry Callahan es un duro policía, que se ha criado en la calle, al que sus compañeros llaman Harry el sucio por sus particulares métodos de luchar contra el crimen, y porque siempre se encarga de los trabajos menos deseados. En San Francisco, un francotirador llamado Scorpio ha matado ya a dos personas. Este amenaza con matar una persona cada día hasta que le paguen cien mil dólares. Harry será asignado al caso.
La cámara abre en travelling de retroceso hasta mostrar a Scorpio en lo alto de un rascacielos con su fusil de mira telescópica apuntando a una chica dándose un baño en una piscina. Con esta magnífica secuencia empieza el primer film de la saga Callahan. El film transcurre en San Francisco, ciudad muy dada a rodajes de films de acción en la década de los 70, dónde Eastwood posteriormente le cogerá un cariño especial en sus films como director.
Este film es una señal de alarma ante el crecimiento de violencia urbana y la incapacidad para frenarla. Surge así la figura del justiciero que trabaja a priori dentro la norma. El inspector Callahan se muestra asqueado constantemente de la burocracia, la letra pequeña de las leyes y de la inutilidad de los gobernantes y del sistema de solucionar de una manera radical el problema de la violencia.
El papel de Harry que recaló en Clint Eastwood marcó unas características diferenciales del cine de acción y policiaco que no hubiera sido lo mismo si hubiera recaído el personaje en uno de los otroras serios aspirantes (Steve McQueen, Paul Newman, Robert Mitchum o Frank Sinatra).
El director, magnífico Don Siegel, de Harry el sucio hizo de él un policía lo bastante ambiguo como para que fuera tildado de neofascista, justiciero e individualista. Eastwood respondió a ello con lo siguiente: "La gente ha dicho que se trataba de un policia fascistoide, pero no saben de lo que están hablando. El tipo es solo un hombre que se pelea contra la burocracia y una cierta forma de establecer las cosas. Le dicen a Harry que las cosas funcionan así pero él no puede adherirse a ello. Esto no es fascismo es lo opuesto a ello." Si los posicionamientos políticos de Eastwood no son siempre claros desde la óptica europea de izquierdas, no es menos el de Siegel que siempre roza la ambigüedad.
Hoy con todo se contempla el primer film de Callahan desde una perspectiva menos virulenta.
Harry el sucio fue escrita por Dean Reisner y por los creadores del personaje de Callahan, Harry J. Fink y Rita M. Fink; aunque inicialmente hiciera un borrador el futuro director de culto Terrence Malick (Días de cielo, La delgada línia roja).
El film es un alegato contra las buddy-movies, es decir, las películas de acción con pareja masculina. Harry siempre protesta de la asignación de un compañero para sus casos. Él tiene una conciencia trágica. Callahan sabe que sus métodos justicieros sólo lo preservan a él de la muerte segura, pero su invulnerabilidad no contagia a sus más próximos.
Este inspector está contra la delincuencia y en contra de un sistema que es incapaz de erradicarla. Sus convicciones generan una fuente permanente de conflictos dramáticos, resoluciones violentas y frases taxativas con las que el personaje se ha nutrido satisfactoriamente. En una escena sublime del film, el alcalde cita a Harry a su despacho para tratar el tema de Scorpio. En un momento de la charla sale el tema del acto de violar a una mujer, el policía suelta la siguiente perla: "Cuando un hombre desnudo persigue a una mujer con un cuchillo en la mano, imagino que no está recaudando fondos para la Cruz Roja."
Callahan cuestiona el sistema pero lo acata democráticamente.
Odio este asqueroso sistema, pero hasta que no haya nadie que realice los cambios necesarios lo seguiré defendiendo.
Sus capitanes, tenientes, jueces y fiscales se defienden contra él diciendo que cada vez que él actúa su trabajo se atrasa meses.
Frases como "las opiniones son como los culos, todos tienen uno" marcan el carácter de mito del personaje.
Respeto al reparto está perfecto, desde al alcalde (John Vermon) hasta el compañero hispano de Harry (Reni Santoni). Sobretodo cabe destacar la interpretación del actor Andrew Robinson que encarna al malvado Scorpio. Sus facciones angelicales y su aspecto no dan para nada con el clásico perfil del psicópata. Don Siegel quiso un actor que específicamente no cumpliese los cliches del género para el papel de Scorpio. El personaje de éste descoloca en momentos al espectador porqué uno tiene la sensación de que está ante alguién que disfruta más en poner en jaque a las fuerzas del orden (sobretodo nuestro protagonista) que en cobrar una fortuna. Más bien le importa poco la recompensa económica y dudo que piense en como gastarlo.
El trabajo del director de Chicago cabe decir, en opinión de un humilde servidor, es su mejor trabajo detrás de las cámaras y completa de manera perfecta su binomio con Eastwood.
Clint Eastwood ha tenido dos grandes maestros que le han enseñado ese gran arte que es dirigir: el mencionado Don Siegel y el creador del spaghetti-western Sergio Leone.
28 años después, Eastwood sigue adherido al personaje que le convirtió definitivamente en un icono del cine norteamericano, y por extensión mundial. Él sigue reivindicando el modelo de El sucio: "Harry Callahan aportaba soluciones fáciles a problemas horriblemente complicados. Si el personaje tuvo su importancia en la época fue porqué tocó algun nervio sensible. El profesional de la ley sigue estando frustrado por tener que cumplir una misión en un tiempo determinado y solo encuentra trabas por parte de la administración pública y sus funcionarios. No creen que la burocracia ha hecho más que empeorar?"
Nota 9/10. Quien no haya visto este film, a que espera?
P.D. Aquí les dejo una de las mejores escenas del film.
Anteriores entregas:
- Bullit
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