Whiteout; misterio en el hielo

Hay días de esos en que te tragas lo que echen o visionas algo que puede parecer distinto o diferente. Esto último hice hace poco embarcándome en un thriller de crímenes ambientado en la Antártida. Añadiendo la presencia de la bella actriz -que nunca acaba de despegar- Kate Beckinsale y el cóctel promete. La premisa puede parecer interesante pero vayamos al grano y os explicaré la sinopsis principal.

Investigación fallida

El film que nos atañe Whiteout (2009) no se llegó a estrenar por estos lares saliendo directamente en el mercado doméstico. Las razones seramente narradas a continuación del argumento.

En una base científica de la Antártida, en el lugar más aislado e inhóspito del planeta, la agente Carrie Stetko (Kate Beckinsale), única representante de la ley en el lugar, se ocupa de la seguridad. Durante los últimos 2 años su labor ha estado marcada por el tedio pero justo ahora, cuando está a punto de volver por fin a su hogar, un piloto descubre un cadáver en medio de la nieve y todo indica que se trata de un asesinato. Con todo el personal a punto de evacuar la base ante la llegada de una gigantesca tormenta, el culpable está apenas a unas horas de escapar. El tiempo corre en contra de la agente Stetko.

Como sitio inhóspito, desde luego frío, desde sus desiertos blancos y esa desoladora imagen, la Antártida ha servido y servirá para ubicar en contexto cualquier peli que se autoproclame asfixiante y claustrofóbica. No puedo menos que pensar en La Cosa (The Thing, 1982) de Carpenter. Lamentablemente, y si bien en este caso, el lugar adquiere el verdadero poder que se merece, Whiteout no engancha desde ningun lado.

La trama nos capta desde el suspense. El misterio más básico se encara con efectividad: uno quiere saber lo que demonios está ocurriendo. El problema surge cuando, desde esa expectativa, la narración sólo se limita a perseguir pistas, o a enemigos silenciosos que aparecen y persiguen a la protagonista y ya para entonces adivinas el carril obvio que el film ha decidido tomar, carril descafeinado a más no poder.
Dominic Sena se compró el pasaje del olvido a su filmografía por méritos propios, por dos cuestiones sencillas -en este film-, de manual para estudiantes: primero, la historia es mínima; dos, la narración opera desde ese mismo minimalismo. Lástima pues este director empezó con empuje con ese interesante drama criminal con Brad Pitt al frente, Kalifornia (id, 1994)
Es lógico entonces que todo el tiempo se esté haciendo mención al ambiente antártico: es lo único con verdadero poder, y aún así tampoco basta. La película comienza bien. Con una escena de acción bien rodada. El problema es que a partir de ahi la historia comienza a ser tediosa. No es que el film no entretenga, es que no convence.

La realización es aceptable, los efectos están bien, la localización es original, pero la historia y los personajes no cuadran. El desarrollo va a tirones, con sucesos a veces incomprensibles o disparatados y no pocos gazapos en la desarrollo de la historia y con flashback insulsos y desacertados sobre el pasado de la protagonista. De todas formas casi ningún personaje consigue convencer y mostrarse medianamente creible.

Conclusión
Incluso un mal thriller puede ser entretenido, y esta intriga gore ambientada en la Antártida logra una cierta y tonta fascinación pero esta mezcla congelada de pistas falsas, incongruentes desarrollos de la trama y personajes poco desarrollados dejarán fría a la audiencia. Una pena, porque a nivel técnico Whiteout es más que interesante. Kate Beckinsale necesitará otra película más seria para consagrarse como una actriz polifacética y puntera.

Calificación: 4 sobre 10.